noticias

Por Ana Losada - Crónica Global 27 nov, 2021
El Tribunal Supremo acaba de poner punto final a la inmersión . Hemos de repetirlo en voz alta, repetirlo y creerlo. Entrará aire fresco que renovará nuestras escuelas, aire limpio que arrastrará lejos el monolingüismo y borrará las huellas de una discriminación que dura ya tres décadas. Volveremos a tener centros educativos donde se estudien las matemáticas, la historia o las ciencias en español, donde se debata utilizando catalán y castellano . No es un sueño. Hemos superado la etapa más dura, llegar hasta aquí ha llevado muchos años, pero ahora tenemos una sentencia contundente que marca, de forma meridianamente clara a la Generalitat, cómo debe de actuar. Los medios para impartir un mínimo del 25% de horas en español están disponibles, la escuela catalana tiene docentes preparados para impartir clases en castellano y abundante oferta de material didáctico para llevarlo a cabo de forma inmediata. La justicia ha hablado, tenemos los medios, vivimos en un Estado de derecho, ¿qué falta? Falta la voluntad política para hacer cumplir la sentencia. La Generalitat amenaza con la desobediencia ​ , el Gobierno de España con la irresponsabilidad de mirar “de nuevo” hacia otro lado y dejar que en Cataluña se siga incumpliendo la ley y aplicando la inmersión.  Pero esa sentencia nos da instrumentos, los ciudadanos catalanes padres de alumnos somos parte afectada de su incumplimiento. La Asamblea por una Escuela Bilingüe lidera desde estos últimos años la lucha por el bilingüismo a través de la vía judicial. Estamos preparados y respaldados por otras muchas asociaciones, y todos juntos listos para enseñarle la puerta de salida al monolingüismo, a la imposición y a la discriminación . Hoy les pido que unamos fuerzas y aprovechemos esta oportunidad. No podemos seguir guardando silencio, seguir haciendo creer al nacionalismo que el silencio es consentimiento. No podemos continuar admitiendo que nos traten como ciudadanos de segunda . Los catalanes castellanohablantes tenemos los mismos derechos que los catalanohablantes, hemos de negarnos a continuar levantando la mano para pedir permiso y poder ejercer nuestros derechos. La escuela debe enseñar a nuestros hijos a convivir en una sociedad bilingüe , a querer a las dos lenguas de los catalanes, a dominarlas en un registro culto, a apreciar y valorar la cultura en catalán y en castellano, a poner punto final a la instrumentalización política de la lengua. Hoy está en nuestras manos. No perdamos esta oportunidad. _________ Link artículo original _________ VERSIÓ EN CATALÀ El Tribunal Suprem acaba de posar punt final a la immersió. Hem de repetir-ho en veu alta, repetir-ho i creure-ho. Entrarà aire fresc que renovarà les nostres escoles, aire net que arrossegarà lluny el monolingüisme i esborrarà les petjades d'una discriminació que dura ja tres dècades. Tornarem a tenir centres educatius on s'estudiïn les matemàtiques, la història o les ciències en espanyol, on es debati utilitzant català i castellà. No és un somni. Hem superat l'etapa més dura, arribar fins aquí ha portat molts anys, però ara tenim una sentència contundent que marca, de forma claríssimament clara a la Generalitat, com ha d'actuar. Els mitjans per a impartir un mínim del 25% d'hores en espanyol estan disponibles, l'escola catalana té docents preparats per a impartir classes en castellà i abundant oferta de material didàctic per a dur-ho a terme de manera immediata. La justícia ha parlat, tenim els mitjans, vivim en un Estat de dret, què falta? Falta la voluntat política per a fer complir la sentència. La Generalitat amenaça amb la desobediència​, el Govern d'Espanya amb la irresponsabilitat de mirar “de nou” cap a un altre costat i deixar que a Catalunya es continuï incomplint la llei i aplicant la immersió. Però aquesta sentència ens dóna instruments, els ciutadans catalans pares d'alumnes som part afectada del seu incompliment. L'Assemblea per una Escola Bilingüe lidera des d'aquests últims anys la lluita pel bilingüisme a través de la via judicial. Estem preparats i recolzats per moltes altres associacions, i tots junts llestos per a ensenyar-li la porta de sortida al monolingüisme, a la imposició i a la discriminació. Avui els demano que unim forces i aprofitem aquesta oportunitat. No podem continuar guardant silenci, continuar fent creure al nacionalisme que el silenci és consentiment. No podem continuar admetent que ens tractin com a ciutadans de segona. Els catalans castellanoparlants tenim els mateixos drets que els catalanoparlants, hem de negar-nos a continuar aixecant la mà per a demanar permís i poder exercir els nostres drets. L'escola ha d'ensenyar als nostres fills a conviure en una societat bilingüe, a voler a les dues llengües dels catalans, a dominar-les en un registre culte, a apreciar i valorar la cultura en català i en castellà, a posar punt final a la instrumentalització política de la llengua. Avui és a les nostres mans. No perdem aquesta oportunitat.
Por Joan López Alegre - Economía Digital 14 nov, 2021
El presidente de la Generalitat prefiere firmar los presupuestos con la CUP -pese a tener un cheque en blanco del PSC y Comuns- a sabiendas de que implicará la pérdida de hasta más de 10.000 nuevos puestos de trabajo
Por Isabel Fernández Alonso - Crónica Global 12 sept, 2021
La imagen del Fossar de las Moreres con silbidos a Junqueras --horas después de la entrega de medallas en el Parlament a unos represaliados no precisamente entusiastas con la distinción que se les otorgaba-- es muy ilustrativa de la tremenda división interna que vive el secesionismo. A ello se suma el discurso de Aragonés reclamando, en un tono casi desganado, un referéndum como única fórmula para solventar el conflicto político, mientras Junts insiste en la unilateralidad... Y todo ello coincidiendo con la lamentable bronca política en torno a la ampliación del aeropuerto de Barcelona, sin olvidar los ecos del reportaje del The New York Times sobre la trama rusa. Así las cosas, un año más --cimentada sobre una escandalosa tergiversación de los hechos de 1714, como queda perfectamente explicado en el magnífico documental elaborado por Historiadors de Catalunya-- se ha celebrado la Diada de los separatistas, una fiesta que genera un importante rechazo a muchos catalanes, incluidos, creo yo, algunos de los que acuden religiosamente cada 11 de septiembre a la ofrenda floral a Rafael Casanova. La Diada es seguramente el símbolo máximo del ninguneo institucional a los catalanes no nacionalistas. Desde 2012 ha sido la herramienta principal del secesionismo para dibujar una Cataluña uniforme y rabiosamente beligerante con el Estado. Pero no nos dejemos engañar por la relevancia de esta fiesta. En este caso, por la reducción del número de asistentes a la manifestación de las 17:14. Del mismo modo que sucedió en 2012, cuando Mas decidió envolverse en la estelada, la movilización puede activarse de nuevo con la misma fuerza si, por ejemplo, PP y Vox alcanzan una mayoría absoluta que les permita formar gobierno y, como sucedió con el Ejecutivo de Rajoy en 2011, dejan a los partidos nacionalistas sin capacidad para condicionar la política española. ¿El motivo? La lluvia fina que ha ido intoxicando a parte de la sociedad catalana durante décadas, imbuyéndola de un irracional rechazo a lo español que parece muy difícil de revertir y que facilita enormemente que reaccione de inmediato ante determinados estímulos. Urge, por tanto, centrar el problema. Aunque las movilizaciones hayan perdido fuelle, el independentismo tiene más fuerza que nunca en las instituciones. Y es allí donde se toman las decisiones. No en la calle. Decisiones con frecuencia de enorme gravedad como, por ejemplo, utilizar las competencias constitucionales y el dinero público para dañar la imagen de España en el extranjero --es sangrante la negativa sistemática a responder sobre la acción exterior en el Parlament-- o no acatar normas o resoluciones judiciales, algo que se produce de manera escandalosamente recurrente. Por no hablar de la sobrefinanciación de entidades y empresas afines y el ninguneo y hasta la descalificación de aquellas que son críticas, como ha sucedido recientemente con la consejera Geis en TV3, que tachó nada menos que de "fascista" a la AEB por defender el bilingüismo en las pruebas de acceso a la universidad. Por tanto, de nada sirve que disminuya el número de manifestantes si no se pone fin a este abuso de poder y se exige a la Generalitat lealtad institucional y sometimiento pleno al Estado de Derecho. Esta exigencia debería ser prioritaria para el Gobierno de España, de acuerdo con los partidos de Estado. Y debería ir acompañada de la articulación de un relato contundente y desacomplejado en Cataluña, en el conjunto de España y a escala internacional. Una democracia plena como la española no puede ir a rebufo de nacionalismos y populismos, que incomprensiblemente están marcando la agenda de la política territorial y poniendo en serio riesgo nuestro modelo de convivencia. Y tengamos también presente que la Cataluña constitucionalista salió a la calle en octubre de 2017 y llenó las urnas en diciembre. Justo cuando los partidos de Estado trabajaron de manera coordinada, priorizando el interés general. _________ Link artículo original _________ VERSIÓ EN CATALÀ La imatge del Fossar de les Moreres amb xiulades a Junqueras --hores després del lliurament de medalles en el Parlament a uns represaliats no precisament entusiastes amb la distinció que se'ls atorgava-- és molt il·lustrativa de la tremenda divisió interna que viu el secessionisme. A això se suma el discurs d'Aragonés reclamant, en un to gairebé desganado, un referèndum com a única fórmula per a solucionar el conflicte polític, mentre Junts insisteix en la unilateralitat... I tot això coincidint amb la lamentable basta política entorn de l'ampliació de l'aeroport de Barcelona, sense oblidar els ressons del reportatge del The New York Times sobre la trama russa. Així les coses, un any més --consolidada sobre una escandalosa tergiversació dels fets de 1714, com queda perfectament explicat en el magnífic documental elaborat per Historiadors de Catalunya-- s'ha celebrat la Diada dels separatistes, una festa que genera un important rebuig a molts catalans, inclosos, crec jo, alguns dels quals acudeixen religiosament cada 11 de setembre a l'ofrena floral a Rafael Casanova. La Diada és segurament el símbol màxim del menystinc institucional als catalans no nacionalistes. Des de 2012 ha estat l'eina principal del secessionisme per a dibuixar una Catalunya uniforme i rabiosament bel·ligerant amb l'Estat. Però no ens deixem enganyar per la rellevància d'aquesta festa. En aquest cas, per la reducció del nombre d'assistents a la manifestació de les 17.14. De la mateixa manera que va succeir en 2012, quan Mas va decidir embolicar-se en l'estelada, la mobilització pot activar-se de nou amb la mateixa força si, per exemple, PP i Vox aconsegueixen una majoria absoluta que els permeti formar govern i, com va succeir amb l'Executiu de Rajoy en 2011, deixen als partits nacionalistes sense capacitat per a condicionar la política espanyola. El motiu? La pluja fina que ha anat intoxicant a part de la societat catalana durant dècades, imbuint-la d'un irracional rebuig a l'espanyol que sembla molt difícil de revertir i que facilita enormement que reaccioni immediatament davant determinats estímuls. Urgeix, per tant, centrar el problema. Encara que les mobilitzacions hagin perdut manxa, l'independentisme té més força que mai en les institucions. I és allí on es prenen les decisions. No al carrer. Decisions amb freqüència d'enorme gravetat com, per exemple, utilitzar les competències constitucionals i els diners públics per a danyar la imatge d'Espanya a l'estranger --és sagnant la negativa sistemàtica a respondre sobre l'acció exterior en el Parlament-- o no acatar normes o resolucions judicials, alguna cosa que es produeix de manera escandalosament recurrent. Per no parlar de la sobrefinanciación d'entitats i empreses afins i el menystinc i fins a la desqualificació d'aquelles que són crítiques, com ha succeït recentment amb la consellera Geis en TV3, que va ratllar res menys que de "feixista" a la AEB per defensar el bilingüisme en les proves d'accés a la universitat. Per tant, de res serveix que disminueixi el nombre de manifestants si no es posa fi a aquest abús de poder i s'exigeix a la Generalitat lleialtat institucional i sotmetiment ple a l'Estat de Dret. Aquesta exigència hauria de ser prioritària per al Govern d'Espanya, d'acord amb els partits d'Estat. I hauria d'anar acompanyada de l'articulació d'un relat contundent i desacomplejado a Catalunya, en el conjunt d'Espanya i a escala internacional. Una democràcia plena com l'espanyola no pot anar a rebuf de nacionalismes i populismes, que incomprensiblement estan marcant l'agenda de la política territorial i posant de debò risc el nostre model de convivència. I tinguem també present que la Catalunya constitucionalista va sortir al carrer a l'octubre de 2017 i va omplir les urnes al desembre. Just quan els partits d'Estat van treballar de manera coordinada, prioritzant l'interès general.
Por Ramón de España - Crónica Global 29 ago, 2021
Cada vez que aparece en TV3 Elisenda Paluzie, mandamás de la ANC, con esa cara de permanente estupor (o de acabar de caerse del guindo, como prefieran), yo me quedo enganchado a la pantalla esperando que suelte una de sus tradicionales gansadas. Y nunca me defrauda: la tonta del bote del independentismo catalán --que, aunque no lo parezca, es una mujer con estudios (que no le han servido de gran cosa)-- suelta siempre unas sandeces de campeonato, un poco en la línea de las de Jordi Cuixart, alias el Tío del Mullet, pero sin el componente místico-majareta que distingue las alocuciones de ese fanático al que le encanta hacerse la buena persona (tendencia compartida con el beato Junqueras, otro que tal baila). En sus respectivos delirios, el Tío del Mullet y el Beato conservan cierto contacto con la realidad, concepto que a la señora Paluzie se le escapa por completo: como se acerca el aquelarre anual del 11 de septiembre, la buena señora ya va repartiendo consignas, que esta vez se centran en una realmente absurda que consiste en decirle al gobiernillo que ya puede irse poniendo las pilas con lo de la independencia y lo de obedecer el supuesto mandato popular del 1 de octubre. Este año ni se ha acordado de poner de vuelta y media al Gobierno central (si es que se ha dado cuenta de que existe, cosa que no puede afirmarse de manera taxativa, ya que ella vive en su mundo de luz y de color), y se ha centrado en recordarles a sus compadres separatistas en el poder que tienen que darse prisa en declarar la independencia, jolines, que ella ya está harta de esperar el santo advenimiento de la república catalana. Tampoco ha tenido ni una palabra de apoyo para los presos indultados por el ladino Sánchez: si quieren sumarse al pesebre de este año, bienvenidos sean, pero que no esperen favoritismos. Ha destacado, eso sí, la benemérita actividad de Quim Torra y unos pocos más, gente que se distingue, como ella, por vivir en la inopia y creer que la independencia de Cataluña llega como por arte de magia si la deseas fervientemente y no te pasas por el forro los mandatos populares que pueblan tu imaginación calenturienta. En el caso, altamente improbable, de que me pusieran delante a la señora Paluzie, creo que me vería obligado a hacerle unas preguntitas que, de hecho, podrían resumirse en una: “¿Usted es boba o solo lo aparenta, señora?”. Y es que esta irritante mujer parece no ser consciente de cómo terminó lo del mandato popular y cómo volvería a terminar la aventura en caso de repetirla con la misma torpeza que la primera vez. Es decir: ¿en qué mundo vive? El niño barbudo que tenemos en la Generalitat declararía la independencia mañana mismo si de él dependiera. Igual que el beato Junqueras o el Tío del Mullet. Pero los tres, pese a su fanatismo y sus iluminaciones, han acabado dándose cuenta de cómo está el patio. ¡Elisenda no! Ella sigue a lo suyo, dale que te pego, repitiendo el rollo cansino de siempre y vendiendo camisetas que ya empiezan a constituir una notable colección de objetos inútiles. Aún faltan unos días para el show arrevistado del 11 de septiembre, que este año se prevé de dimensiones modestas entre el coronavirus y lo hasta las narices que, previsiblemente, están los presuntos participantes. Eso quiere decir que podremos disfrutar de algunas apariciones gloriosas más de la señora Paluzie en TV3. No me las pienso perder y las voy a analizar a fondo para ver si consigo desentrañar ese misterio que me atormenta desde hace tiempo: ¿esta mujer es boba de baba o solo se lo hace por motivos que no alcanzo a columbrar? _________ Link artículo original _________ VERSIÓ EN CATALÀ Cada vegada que apareix en TV3 Elisenda Paluzie, manaia de la ANC, amb aquesta cara de permanent estupor (o d'acabar de caure's del guindo, com prefereixin), jo em quedo enganxat a la pantalla esperant que deixi anar una dels seus tradicionals gansadas. I mai em defrauda: la ximple del pot de l'independentisme català --que, encara que no ho sembli, és una dona amb estudis (que no li han servit de gran cosa)-- solta sempre unes bajanades de campionat, una mica en la línia de les de Jordi Cuixart, àlies l'Oncle del Mullet, però sense el component místic-majareta que distingeix les al·locucions d'aquest fanàtic al qual li encanta fer-se la bona persona (tendència compartida amb el beat Junqueras, un altre que tal balla). En els seus respectius deliris, l'Oncle del Mullet i el Beat conserven cert contacte amb la realitat, concepte que a la senyora Paluzie se li escapa per complet: com s'acosta l'aquelarre anual de l'11 de setembre, la bona senyora ja va repartint consignes, que aquesta vegada se centren en una realment absurda que consisteix a dir-li al gobiernillo que ja pot anar-se posant les piles amb això de la independència i això d'obeir el suposat mandat popular de l'1 d'octubre. Enguany ni s'ha recordat de posar de tornada i mitjana al Govern central (si és que s'ha adonat que existeix, cosa que no pot afirmar-se de manera taxativa, ja que ella viu en el seu món de llum i de color), i s'ha centrat en recordar-los als seus compares separatistes en el poder que han d'afanyar-se a declarar la independència, jolines, que ella ja està farta d'esperar el sant adveniment de la república catalana. Tampoc ha tingut ni una paraula de suport per als presos indultats pel ladí Sánchez: si volen sumar-se al pessebre d'enguany, benvinguts siguin, però que no esperin favoritismes. Ha destacat, això sí, la benemèrita activitat de Quim Torra i uns pocs més, gent que es distingeix, com ella, per viure en la inòpia i creure que la independència de Catalunya arriba com per art de màgia si la desitges ferventment i no et passes pel folro els mandats populars que poblen la teva imaginació calenturienta. En el cas, altament improbable, que em posessin davant a la senyora Paluzie, crec que em veuria obligat a fer-li unes preguntitas que, de fet, podrien resumir-se en una: “Vostè és babaua o només ho aparenta, senyora?”. I és que aquesta irritant dona sembla no ser conscient de com va acabar això del mandat popular i com tornaria a acabar l'aventura en cas de repetir-la amb la mateixa malaptesa que la primera vegada. És a dir: en quin món viu? El nen barbut que tenim en la Generalitat declararia la independència demà mateix si d'ell depengués. Igual que el beat Junqueras o l'Oncle del Mullet. Però els tres, malgrat el seu fanatisme i les seves il·luminacions, han acabat adonant-se de com està el pati. Elisenda no! Ella segueix al seu, dóna-li que et pego, repetint el rotllo pesat de sempre i venent samarretes que ja comencen a constituir una notable col·lecció d'objectes inútils. Encara falten uns dies per al xou arrevistado de l'11 de setembre, que enguany es preveu de dimensions modestes entre el coronavirus i el fins als nassos que, previsiblement, estan els presumptes participants. Això vol dir que podrem gaudir d'algunes aparicions glorioses més de la senyora Paluzie en TV3. No me les penso perdre i les analitzaré a fons per a veure si amb si desentranyar aquest misteri que em turmenta des de fa temps: aquesta dona és babaua de bava o solo li ho fa per motius que no aconsegueixo afigurar?
Por Albert Soler - El Periódico 06 ago, 2021
Sigo en el exilio. La dureza de la vida de todo exiliado (verbigracia, el Vivales) la suaviza que llevo vistas más nalgas hoy que en los 57 veranos anteriores, benditas sean las modas en vestidos de baño. Incluso creo ver, no lejos de mi porción de arena, a Cotarelo en tanga, hasta que advierto con alivio que no, que se trata de una viejecita empeñada en demostrar que las modas no son solo cosa de jovencitas. Me parece ver a Cotarelo en todas partes, ya saben, el de ‘Cotarelo y Talegón contra el gang del Chicharrón’, desde que hace unos días publicó un artículo acusando a todos los políticos lacistas de pensar más en su beneficio que en la independencia. Pobre hombre, da un poco de pena, igual de verdad creyó en el lacismo. Llegó de Madrid, donde ya no era más que un viejo dinosaurio de quien se apartaba todo el mundo por terror a que el muy pelmazo contara sus viejas batallitas de siempre, pensando que conocía a los catalanes. -He ahí una revolución. Esta es la mía. Por fin pasaré a la historia. A la vejez, revoluciones. Qué poco sabía de los catalanes. Sea usted todo un catedrático, codéese usted con lo más granado de la política, para quedar como un cateto nada más apearse del tren en Barcelona-Sants. Lo imagino con boina y una cesta de donde asoma una gallina, preguntando al mozo de estación por donde se llega a la revolución. -Tire usted a la derecha, siempre a la derecha, y en 18 meses habrá llegado, no tiene pérdida. En Catalunya, hasta el más tonto ha sabido desde el inicio que eso va de repartirse cargos y sueldos, pero claro, esos de la capital se creen más listos que nadie, igual piensan que vamos a arriesgar nuestro nivel de vida para que un madrileño pueda jugar a ser Lord Byron en la Costa Brava en lugar de en el mar Egeo. Anda ya, Cotarelo. Le habrá ayudado a caerse del guindo –habrá sido todo un empujón– el no haber accedido a carguito alguno, que ya está bien, que el tipo venga esforzarse a escribir tuits en catalán esperando que la lluvia diaria de puestos bien remunerados le moje ni que sea la coleta, y nada. Así no hay forma de que uno se tome en serio el ‘procés’. Hasta el último friki consigue un puesto en una embajada o en una lista electoral, y el fiel Cotarelo debe mendigar incluso apariciones en TV-3, con la de tiempo que lleva aprendiéndose palabras raras en catalán para pronunciarlas en ‘prime time’. Eso abre los ojos a cualquiera, no es raro que nuestro Ramon esté que trina contra todos. Denle un carguito, y verán cómo de nuevo predica que la republiqueta está a la vuelta de la esquina y es la solución a todos los males, no de Catalunya sino del mundo. Ni que sea de conserje en un colegio, para que el pobre hombre deje de sentirse un don nadie. No parece que tal cosa haya de suceder, puesto que a ojos del lacismo, Cotarelo no deja de ser un ñordo. Lo más probable es que acabe de atracción en ese parque temático del lacismo que es Girona, por de pronto ya se ha venido a vivir aquí, pensando en su futuro. Un abuelete que viste y peina como un adolescente –y piensa como tal– puede esperar a la entrada del parque para dar la bienvenida a los niños, como el pato Donald. En su haber, quedará el haber dicho en público lo que todo el mundo sabía de los líderes lacistas. Lo cual tampoco tiene mucho mérito, porque Cotarelo no es más que un reloj estropeado, y sabido es que estos dan la hora correcta dos veces al día. _________ Link artículo original _________ VERSIÓ EN CATALÀ Segueixo en l'exili. La duresa de la vida de tot exiliat (verbigràcia, el 'Vivales') la suavitza que porto vistes més natges avui que en els 57 estius anteriors, beneïdes siguin les modes en vestits de bany. Fins i tot crec veure, no lluny de la meva porció de sorra, a Cotarelo en tanga, fins que adverteixo amb alleujament que no, que es tracta d'una viejecita obstinada a demostrar que les modes no són només cosa de jovenetes. Em sembla veure a Cotarelo a tot arreu, ja saben, el de ‘Cotarelo i Talegón contra el gang del Chicharrón’, des que fa uns dies va publicar un article acusant a tots els polítics lacistas de pensar més en el seu benefici que en la independència. Pobre home, fa una mica de pena, igual de debò va creure en el lacismo. Va arribar de Madrid, on ja no era més que un vell dinosaure de qui s'apartava tothom per terror al fet que el molt pesat comptés les seves velles 'batallitas' de sempre, pensant que coneixia als catalans. -He aquí una revolució. Aquesta és la meva. Per fi passaré a la història. A la vellesa, revolucions. Que poc sabia dels catalans. Sigui vostè tot un catedràtic, tracti's vostè amb el més granat de la política, per a quedar com un catet res més baixar-se del tren a Barcelona-Sants. Ho imagino amb boina i una cistella d'on apunta una gallina, preguntant al mosso d'estació per on s'arriba a la revolució. -Tiri vostè a la dreta, sempre a la dreta, i en 18 mesos haurà arribat, no té pèrdua. A Catalunya, fins al més ximple ha sabut des de l'inici que això va de repartir-se càrrecs i sous, però clar, aquests de la capital es creuen més llestos que ningú, igual pensen que arriscarem el nostre nivell de vida perquè un madrileny pugui jugar a ser Lord Byron en la Costa Brava en lloc d'en la mar Egea. Camina ja, Cotarelo. Li haurà ajudat a caure's del guindo –haurà estat tota una empenta– el no haver accedit a carguito algun, que ja està bé, que el tipus vingui esforçar-se a escriure tuits en català esperant que la pluja diària de llocs ben remunerats li mulli ni que sigui la coleta, i res. Així no hi ha forma que un es prengui de debò el ‘procés’. Fins a l'últim friki aconsegueix un lloc en una ambaixada o en una llista electoral, i el fidel Cotarelo ha de mendigar fins i tot aparicions en TV-3, amb la de temps que porta aprenent-se paraules estranyes en català per a pronunciar-les en ‘prime time’. Això obre els ulls a qualsevol, no és estrany que el nostre Ramon estigui que trina contra tots. Donin-li un carguito, i veuran com de nou predica que la republiqueta està molt a la vora i és la solució a tots els mals, no de Catalunya sinó del món. Ni que sigui de conserge en un col·legi, perquè el pobre home deixi de sentir-se un do ningú. No sembla que tal cosa hagi de succeir, ja que a ulls del lacisme, Cotarelo no deixa de ser un ñordo. El més probable és que acabi d'atracció en aquest parc temàtic del lacisme que és Girona, d'antuvi ja s'ha vingut a viure aquí, pensant en el seu futur. Un abuelete que vesteix i pentina com un adolescent –i pensa com a tal– pot esperar a l'entrada del parc per a donar la benvinguda als nens, com l'ànec Donald. En el seu haver, quedarà l'haver dit en públic el que tothom sabia dels líders lacistes. La qual cosa tampoc té molt mèrit, perquè Cotarelo no és més que un rellotge espatllat, i sabut és que aquests donen l'hora correcta dues vegades al dia.
Por VozPópuli 23 jun, 2021
El sanchismo en todo su esplendor. El discurso en el Liceo y los indultos a los golpistas han dejado al aire la médula espinal de la política sanchista: la mentira, la negligencia y la cesión a los que quieren romper el orden constitucional y España. No basta con que el país se haya hundido por la mala gestión de la pandemia que trató de ocultar para celebrar el 8-M del 2020. No es suficiente con que la hemeroteca de Sánchez sea su contradicción constante. Ahora toca humillar al poder judicial y al Estado de Derecho regalando un indulto como amnistía encubierta a golpistas no arrepentidos. Ni siquiera ha tenido la decencia de presentar los indultos primero en el Congreso de los Diputados, donde reside la soberanía nacional, sino en el Liceo de Barcelona. La propaganda antes que el respeto a la democracia. El desprecio está en el sentido de la política autoritaria del sanchismo de restar la presencia y el poder de las instituciones que puedan fiscalizar al Gobierno. Si el anuncio tuvo pitidos y gritos en el Liceo, imagínense lo que hubiera pasado en el Congreso, que tendrá que esperar al día 30. Y lo hará enmascarando los indultos en un debate sobre las reuniones de la comisión europea de mayo y junio, al objeto de hurtar a la Cámara baja un debate monográfico. Hizo lo mismo con el estado de alarma. La evidencia es que el PSOE ha dejado de ser un partido con sentido de Estado para convertirse en una banda de apoyo al jefe. Una prueba fue la intervención de Ábalos el domingo, diciendo que da igual que los indultados no hayan pedido el indulto, no se hayan arrepentido, y que insistan en que van a repetir el golpe. ¿Merece la pena todo esto para que Sánchez siga un par de años en la Moncloa? ¿Es necesario desarmar al Estado, insultar a la democracia, humillar al poder judicial, al Rey y al Congreso, solo para que Sánchez mantenga sus apoyos parlamentarios? Sánchez se ha puesto de rodillas, e intenta convencernos de que es por el bien de España, cuando es al revés. El presidente ha convertido a los españoles en rehenes de su ambición, malvendiendo nuestra Constitución, libertad y democracia, la soberanía que instruye todo el sistema, solo para satisfacer a unos grupos políticos minoritarios, supremacistas y autoritarios que nada ofrecen al resto del país salvo dejar la violencia. Indulto y sedición Junqueras confesó que la cesión de Sánchez muestra la debilidad del Estado, y dijo poco. En realidad, la genuflexión sanchista es la demostración de la victoria golpista, y la derrota de España en Europa. La pretensión de Sánchez es asegurarse de que Estrasburgo va a tumbar la sentencia condenatoria del Tribunal Supremo español. La estrategia jurídica del sanchismo pasa por el indulto masivo, la rebaja de la pena de sedición en el Código Penal, y la creación de una mesa bilateral que dé legitimidad a los condenados. En estas circunstancias, Estrasburgo dirá que la sentencia está fuera de lugar. Lógico. De esta manera se habrá culminado la humillación del poder judicial, y con él de todo el sistema democrático español. Será una burla a la soberanía nacional manifestada en las urnas porque Sánchez no se presentó a las elecciones de noviembre de 2019 diciendo que concedería un indulto a los golpistas y que retorcería la mano al poder judicial. Todo lo contrario. Dijo que traería a Puigdemont a España para que lo juzgara un tribunal, y que nunca pactaría con los independentistas. Es un fraude. Es la demostración de una enorme corrupción moral. El Estado de Derecho español va a tener una derrota monumental para que Sánchez tenga una victoria pírrica que nadie va a compensar a los españoles. Ahora van a por el Tribunal Constitucional para que encaje en el texto de 1978 la voluntad sanchista. Por supuesto, esto está pactado con el independentismo porque desean desarmar a la institución que impidió en 2010 el Estatuto soberanista de 2006. El conjunto es una reforma del sistema democrático por la puerta de atrás a través de la humillación de las instituciones, la legislación parcial para anular la separación de poderes, y la ampliación de las competencias de las autonomías con gobiernos independentistas. De hecho, Sánchez ha hablado en el Liceo de crear un “nuevo proyecto de país”. Este adanismo irresponsable lo ha acompañado con una batería sentimental para convencer a los españoles. “Son las emociones, idiota”, dijo el gurú, pero ya no cuela. División en la sociedad El sanchismo no ha calibrado el impacto que el golpe ha tenido en la población española, y menos aún esta cesión a los golpistas que rechazan los indultos y no se arrepienten. No ha medido tampoco la división que produce en la sociedad, ni el fiasco electoral que va a suponer para el PSOE. La factoría de Moncloa piensa que nos olvidaremos en dos años gracias a fuegos de artificio como el anuncio del fin de la obligatoriedad de las mascarillas, y la lluvia de millones de euros europeos. Fracasarán, como quedaron en ridículo con su “España 2050”. No ha pensado que el procés continúa y que las exigencias aumentan cuando ven a un Estado débil en manos de un presidente sin principios. _________ Link artículo original _________ VERSIÓ EN CATALÀ El PSOE ha deixat de ser un partit amb sentit d'Estat per a convertir-se en una banda de suport al cap El sanchismo en tota la seva esplendor. El discurs en el Liceu i els indults als colpistes han deixat a l'aire la medul·la espinal de la política sanchista: la mentida, la negligència i la cessió als quals volen trencar l'ordre constitucional i Espanya. No n'hi ha prou que el país s'hagi enfonsat per la mala gestió de la pandèmia que va tractar d'ocultar per a celebrar el 8-M del 2020. No és suficient que l'hemeroteca de Sánchez sigui la seva contradicció constant. Ara toca humiliar al poder judicial i a l'Estat de Dret regalant un indult com a amnistia encoberta a colpistes no penedits. Ni tan sols ha tingut la decència de presentar els indults primer en el Congrés dels Diputats, on resideix la sobirania nacional, sinó en el Liceu de Barcelona. La propaganda abans que el respecte a la democràcia. El menyspreu està en el sentit de la política autoritària del sanchismo de restar la presència i el poder de les institucions que puguin fiscalitzar al Govern. Si l'anunci va tenir xiulets i crits en el Liceu, imaginin-se el que hagués passat en el Congrés, que haurà d'esperar al dia 30. I ho farà emmascarant els indults en un debat sobre les reunions de la comissió europea de maig i juny, a fi de furtar a la Cambra baixa un debat monogràfic. Va fer el mateix amb l'estat d'alarma. L'evidència és que el PSOE ha deixat de ser un partit amb sentit d'Estat per a convertir-se en una banda de suport al cap. Una prova va ser la intervenció de Ábalos el diumenge, dient que és igual que els indultats no hagin demanat l'indult, no s'hagin penedit, i que insisteixin que repetiran el cop. Val la pena tot això perquè Sánchez segueixi un parell d'anys en la Moncloa? És necessari desarmar a l'Estat, insultar a la democràcia, humiliar al poder judicial, al Rei i al Congrés, només perquè Sánchez mantingui els seus suports parlamentaris? Sánchez s'ha posat de genolls, i intenta convèncer-nos que és pel bé d'Espanya, quan és a l'inrevés. El president ha convertit als espanyols en ostatges de la seva ambició, malvenent la nostra Constitució, llibertat i democràcia, la sobirania que instrueix tot el sistema, només per a satisfer a uns grups polítics minoritaris, supremacistes i autoritaris que res ofereixen a la resta del país excepte deixar la violència. Indult i sedició Junqueras va confessar que la cessió de Sánchez mostra la feblesa de l'Estat, i va dir poc. En realitat, la genuflexió sanchista és la demostració de la victòria colpista, i la derrota d'Espanya a Europa. La pretensió de Sánchez és assegurar-se que Estrasburg tombarà la sentència condemnatòria del Tribunal Suprem espanyol. L'estratègia jurídica del sanchismo passa per l'indult massiu, la rebaixa de la pena de sedició en el Codi Penal, i la creació d'una taula bilateral que doni legitimitat als condemnats. En aquestes circumstàncies, Estrasburg dirà que la sentència està fora de lloc. Lògic. D'aquesta manera s'haurà culminat la humiliació del poder judicial, i amb ell de tot el sistema democràtic espanyol. Serà una burla a la sobirania nacional manifestada en les urnes perquè Sánchez no es va presentar a les eleccions de novembre de 2019 dient que concediria un indult als colpistes i que retorçaria la mà al poder judicial. Tot el contrari. Va dir que portaria a Puigdemont a Espanya perquè ho jutgés un tribunal, i que mai pactaria amb els independentistes. És un frau. És la demostració d'una enorme corrupció moral. L'Estat de Dret espanyol tindrà una derrota monumental perquè Sánchez tingui una victòria pírrica que ningú compensarà als espanyols. Ara van pel Tribunal Constitucional perquè encaixi en el text de 1978 la voluntat sanchista. Per descomptat, això està pactat amb l'independentisme perquè desitgen desarmar a la institució que va impedir en 2010 l'Estatut sobiranista de 2006. El conjunt és una reforma del sistema democràtic per la porta de darrere a través de la humiliació de les institucions, la legislació parcial per a anul·lar la separació de poders, i l'ampliació de les competències de les autonomies amb governs independentistes. De fet, Sánchez ha parlat en el Liceu de crear un “nou projecte de país”. Aquest adanismo irresponsable ho ha acompanyat amb una bateria sentimental per a convèncer als espanyols. “Són les emocions, idiota”, va dir el guru, però ja no cola. Divisió en la societat El sanchismo no ha calibrat l'impacte que el cop ha tingut en la població espanyola, i menys encara aquesta cessió als colpistes que rebutgen els indults i no es penedeixen. No ha mesurat tampoc la divisió que produeix en la societat, ni el fiasco electoral que suposarà per al PSOE. La factoria de Moncloa pensa que ens oblidarem en dos anys gràcies a focs d'artifici com l'anunci de la fi de l'obligatorietat de les màscares, i la pluja de milions d'euros europeus. Fracassaran, com van quedar en ridícul amb el seu “Espanya 2050”. No ha pensat que el procés continua i que les exigències augmenten quan veuen a un Estat feble en mans d'un president sense principis.
Por El Liberal.cat 22 jun, 2021
La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, una institución al margen de la UE y en la que se encuentran representados 47 países, ha dado luz verde a un informe que equipara España con Turquía en lo que a la libertad de expresión de los políticos se refiere. Este organismo, del que forman parte países como Rusia o la misma Turquía, se ha posicionado a favor del separatismo catalán avalando el indulto de los condenados por el referéndum ilegal del 1-O, pero también abogando por la reforma del delito de sedición o la retirada de las euroórdenes que pesan sobre los separatistas fugados de España como Carles Puigdemont. Este informe no tiene carácter vinculante pero demuestra que el dinero destinado por la Generalitat a la propaganda del procés fuera de las fronteras españolas se utiliza de una forma eficiente, por llamarlo de alguna manera. El autor del informe es el socialista letón Boris Cilevics, que ha mostrado sus simpatías hacia el separatismo catalán abiertamente. Por ejemplo, en febrero de 2020 se reunió con los fiscales del juicio del 1-O en un encuentro algo más que tenso. Posteriormente, mantuvo una entrevista con la presidenta de la Assemblea Nacional Catalana, Elisenda Paluzie. En el mismo viaje, Cilevics también visitó a los diputados y senadores que forman parte de la asamblea del Consejo de Europa. Las contradicciones de Cilevics Sorprendentemente, ya entonces el letón equiparaba a España con Turquía en lo relativo a la situación de «políticos encarcelados por ejercer su libertad de expresión«. Algo que poco o nada tenía que ver con lo sucedido en Cataluña entre septiembre y octubre de 2017. Cilevics, sin embargo, admitió entonces que los líderes separatistas condenados por la intentona golpista habían sido juzgados «supuestamente por lo que hicieron» y no por lo que dijeron. El autor del informe reconoció también que «la mera expresión de opiniones independentistas no es motivo de persecución judicial en España» y aseguró que la española es «una democracia viva con una cultura de debate público y abierto». Un año y medio más tarde, Boris Cilevics ha presentado un informe en el que vincula a Turquía con España, califica de desproporcionadas las condenas a los separatistas, exige la anulación de las euroórdenes y pide la reforma del delito de sedición. Ante estas conclusiones, que han sido aprobadas con 70 votos a favor, 28 en contra y dos abstenciones, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha emitido un comunicado en el que califica de «incoherentes» las recomendaciones del Consejo de Europa, además de señalar que chocan «con el respeto al principio de separación de poderes». «Persiste el vicio de origen de tratar los casos de España y de Turquía de manera conjunta», lamenta el ministerio dirigido por Arancha González Laya, «y de presumir que los líderes catalanes independentistas pudieron ser procesados por expresar sus ideas». Clara «humillación» a la democracia española Las reacciones al informe de Cilevics no se han hecho esperar. Entidades como Sociedad Civil Catalana han exigido «ceses y dimisiones en el cuerpo diplomático y en el Ministerio de Exteriores» por lo que consideran una «clara humillación a la democracia española». Desde Cs, el diputado Edmundo Bal ha acusado al Gobierno del socialista Pedro Sánchez de «no rebatir la propaganda contra España en Europa» que llevan a cabo los separatistas. Bal ha advertido de que el Gobierno no puede, además, apoyarse en esta propaganda para justificar la concesión de los indultos y ha subrayado que los demócratas están «obligados» a «desmontar las mentiras que tolera Sánchez». _________ Link artículo original _________ VERSIÓ EN CATALÀ SCC exigeix cessaments i dimissions en el Ministeri d'Afers exteriors i qualifica l'informe de "una humiliació" L'Assemblea Parlamentària del Consell d'Europa, una institució al marge de la UE i en la qual es troben representats 47 països, ha donat llum verda a un informe que equipés Espanya amb Turquia en el que a la llibertat d'expressió dels polítics es refereix. Aquest organisme, del qual formen part països com Rússia o la mateixa Turquia, s'ha posicionat a favor del separatisme català avalant l'indult dels condemnats pel referèndum il·legal del 1-O, però també advocant per la reforma del delicte de sedició o la retirada de les euroordres que pesen sobre els separatistes escapolits d'Espanya com Carles Puigdemont. Aquest informe no té caràcter vinculant però demostra que els diners destinats per la Generalitat a la propaganda del procés fora de les fronteres espanyoles s'utilitza d'una forma eficient, per cridar-lo d'alguna manera. L'autor de l'informe és el socialista letó Boris Cilevics, que ha mostrat les seves simpaties cap al separatisme català obertament. Per exemple, al febrer de 2020 es va reunir amb els fiscals del judici del 1-O en una trobada una mica més que tibant. Posteriorment, va mantenir una entrevista amb la presidenta de la Assemblea Nacional Catalana, Elisenda Paluzie. En el mateix viatge, Cilevics també va visitar als diputats i senadors que formen part de l'assemblea del Consell d'Europa. Les contradiccions de Cilevics Sorprenentment, ja llavors el letó equiparava a Espanya amb Turquia quant a la situació de «polítics empresonats per exercir la seva llibertat d'expressió«. Alguna cosa que poc o res tenia a veure amb el succeït a Catalunya entre setembre i octubre de 2017. Cilevics, no obstant això, va admetre llavors que els líders separatistes condemnats per la temptativa colpista havien estat jutjats «suposadament pel que van fer» i no pel que van dir. L'autor de l'informe va reconèixer també que «la mera expressió d'opinions independentistes no és motiu de persecució judicial a Espanya» i va assegurar que l'espanyola és «una democràcia viva amb una cultura de debat públic i obert». Un any i mig més tard, Boris Cilevics ha presentat un informe en el qual vincula a Turquia amb Espanya, qualifica de desproporcionades les condemnes als separatistes, exigeix l'anul·lació de les euroordres i demana la reforma del delicte de sedició. Davant aquestes conclusions, que han estat aprovades amb 70 vots a favor, 28 en contra i dues abstencions, el Ministeri d'Afers exteriors ha emès un comunicat en el qual qualifica de «incoherents» les recomanacions del Consell d'Europa, a més d'assenyalar que xoquen «amb el respecte al principi de separació de poders». «Persisteix el vici d'origen de tractar els casos d'Espanya i de Turquia de manera conjunta», lamenta el ministeri dirigit per Arancha González Laya, «i de presumir que els líders catalans independentistes van poder ser processats per expressar les seves idees». Clara «humiliació» a la democràcia espanyola Les reaccions a l'informe de Cilevics no s'han fet esperar. Entitats com a Societat Civil Catalana han exigit «cessaments i dimissions en el cos diplomàtic i en el Ministeri d'Exteriors» pel que consideren una «clara humiliació a la democràcia espanyola». Des de Cs, el diputat Edmundo Bal ha acusat el Govern del socialista Pedro Sánchez de «no rebatre la propaganda contra Espanya a Europa» que duen a terme els separatistes. Bal ha advertit que el Govern no pot, a més, secundar-se en aquesta propaganda per a justificar la concessió dels indults i ha subratllat que els demòcrates estan «obligats» a «desmuntar les mentides que tolera Sánchez».
Por Albert Soler - El Periódico 20 jun, 2021
Señoritas de Arran, y noten (guiño) que las trato como a las mujercitas que afirman ser, haciendo caso omiso de bigotes, barbas o pelo en pecho, que pueden ser debidos a desajustes hormonales y no a maligna masculinidad: Les escribo esta carta, al enterarme de que este sábado, en Sant Cugat, celebran la gala donde va a elegirse el Botifler del Año (traidor del año, pero a la catalana). A buen seguro que son muchas las peticiones que están recibiendo de gente que se cree merecedora de tal galardón, no en vano, ser ‘botifler’ es hoy, en Catalunya, el honor más alto al que se puede aspirar. Espero no abusar de su generosidad si me permito presentar mi candidatura. No quisiera parecer presuntuoso, pero algún valor han de tener tantos años riéndome del ‘procés’, de los lacistas, de los presos, de los exiliados y de los dos millones que se los toman en serio. Nobleza obliga, debo reconocer que hay otros -grandes periodistas entre ellos- con tantos o más méritos que yo. Pero yo reivindico mis 16, o 32, ni siquiera sé cuántos, apellidos catalanes. No hagan caso de quienes pretenden optar al premio y calzan apellidos no catalanes. Esos pueden optar como mucho al título de Ñordo del Año, que no es poca cosa, ya me gustaría a mí. Pero no al de Botifler. Para eso hay que tener sangre vieja catalana. Como yo, si me disculpan la insistencia. Tiempo ha, en Catalunya, ser un ‘botifler’ era un insulto, por ello les agradezco, señoritas, que hayan cambiado ustedes las cosas. Hoy, un ‘botifler’ es alguien que piensa por sí mismo, lo contrario de un lacista. Uno no tiene más que elaborar un listado de catalanes patriotas: la Rahola, Toni Albà, Cotarelo, Toni Soler o la Paluzie. Y poner al otro lado a los que alguna vez han sido calificados de ‘botiflers’: Serrat, Marsé, la Caballé, Boadella, Cercas y un largo etcétera. Tendría que ir uno cocido a vino, para dudar de a qué equipo apuntarse. No negaré que en algunos momentos he flaqueado. Viendo a los catalanes oprimidos -entre los cuales, muchas de ustedes y sus familias-, con segunda residencia, sin problemas económicos, piscina privada, viajes y ropa de marca, más de un día he tenido ganas de que alguien me oprimiera. Pero uno se hace mayor y acaba valorando más el hecho de ser reconocido que las cosas materiales. Imagino el diploma de Botifler del Año, colgado en el recibidor de casa, a la vista de las visitas, y no puedo evitar emocionarme. Ya sé que últimamente Junqueras, Sànchez y otros están haciendo méritos -sin duda ha llegado a sus oídos la concesión de este premio-, pero esos son unos recién llegados al botiflerismo, tengo por seguro que ustedes tendrán en cuenta el historial de los candidatos. Un servidor, no es por presumir, nunca ha dejado de hacer méritos. Aquí donde me ven, me han reconvenido en más de una ocasión por no ponerme en pie cuando tocan ‘Els Segadors’ -ni siquiera me sé la letra, lo comento por si eso puntúa- me importan un pimiento los presos y los indultos, me cago en la Republiqueta, leo libros en castellano, me he hecho fotos con legionarios, voy al bar Cuéllar, no miro TV-3 y respondo en castellano cuando así se me dirigen. Ah, y un día insulté desde el coche a los lacistas que cortaban una carretera (reconozco que llevaba unas cervezas de más, igual así no suma puntos). _________ Link artículo original _________ VERSIÓ EN CATALÀ De ben segur, senyoretes de Arran, que són moltes les peticions que estan rebent de gent que es creï mereixedora de tal guardó, no en va és avui, a Catalunya, l'honor més alt al qual es pot aspirar Senyoretes d'Arran, i notin (picada d'ullet) que les tracto com a les mujercitas que afirmen ser, fent cas omís de bigotis, barbes o pèl en pit, que poden ser deguts a desajustaments hormonals i no a maligna masculinitat: Els escric aquesta carta, en assabentar-me que aquest dissabte, a Sant Cugat, celebren la gala on es triarà el Botifler de l'Any (traïdor de l'any, però a la catalana). De ben segur que són moltes les peticions que estan rebent de gent que es creï mereixedora de tal guardó, no en va, ser ‘botifler’ és avui, a Catalunya, l'honor més alt al qual es pot aspirar. Espero no abusar de la seva generositat si em permeto presentar la meva candidatura. No voldria semblar presumptuós, però algun valor han de tenir tants anys rient-me del ‘procés’, dels lacistas, dels presos, dels exiliats i dels dos milions que se'ls prenen de debò. Noblesa obliga, haig de reconèixer que hi ha altres -grans periodistes entre ells- amb punts o més mèrits que jo. Però jo reivindico els meus 16, o 32, ni tan sols sé quants, cognoms catalans. No facin cas dels qui pretenen optar al premi i calcen cognoms no catalans. Aquests poden optar com a molt al títol de Ñordo de l'Any, que no és poca cosa, ja m'agradaria a mi. Però no al de Botifler. Per a això cal tenir sang vella catalana. Com jo, si em disculpen la insistència. Temps ha, a Catalunya, ser un ‘botifler’ era un insult, per això els agraeixo, senyoretes, que hagin canviat vostès les coses. Avui, un ‘botifler’ és algú que pensa per si mateix, el contrari d'un lacista. Un no té més que elaborar un llistat de catalans patriotes: la Rahola, Toni Albà, Cotarelo, Toni Soler o la Paluzie. I posar a l'altre costat als quals alguna vegada han estat qualificats de ‘botiflers’: Serrat, Marsé, la Caballé, Boadella, Voltes i un llarg etcètera. Hauria d'anar un bullit a vi, per a dubtar de quin equip apuntar-se. No negaré que en alguns moments he flaquejat. Veient als catalans oprimits -entre els quals, moltes de vostès i les seves famílies-, amb segona residència, sense problemes econòmics, piscina privada, viatges i roba de marca, més d'un dia he tingut ganes que algú m'oprimís. Però un es fa major i acaba valorant més el fet de ser reconegut que les coses materials. Imagino el diploma de Botifler de l'Any, penjat en el rebedor de casa, a la vista de les visites, i no puc evitar emocionar-me. Ja sé que últimament Junqueras, Sànchez i uns altres estan fent mèrits -sens dubte ha arribat a les seves oïdes la concessió d'aquest premi-, però aquests són uns nouvinguts al botiflerismo, tinc per segur que vostès tindran en compte l'historial dels candidats. Un servidor, no és per presumir, mai ha deixat de fer mèrits. Aquí on em veuen, m'han reconvenit en més d'una ocasió per no posar-me en peus quan toquen ‘Els Segadors’ -ni tan sols em sé la lletra, ho comento per si això puntua- m'importen un pebrot els presos i els indults, em cago en la Republiqueta, llegeixo llibres en castellà, m'he fet fotos amb legionaris, vaig al bar Cuéllar, no miro TV-3 i responc en castellà quan així se'm dirigeixen. Ah, i un dia vaig insultar des del cotxe als lacistas que tallaven una carretera (reconec que portava unes cerveses de més, igual així no suma punts).
Por Juan Carlos Girauta - ABC 19 jun, 2021
Si la tesis del magistrado ponente del Tribunal Constitucional prospera, en la próxima pandemia mundial ya sabrá el Gobierno que el estado de alarma no es el instrumento adecuado. Es lo que pasa con las sentencias de inconstitucionalidad, que dejan una magnífica jurisprudencia de cara al futuro. Claro que la próxima pandemia mundial podría cogernos con otra Constitución, o con ninguna, o sin España. Ya me dirán ustedes de qué ha de servir que el intérprete máximo de nuestra Superley nos dé o nos quite la razón a quienes advertimos de que ciertos derechos fundamentales no se limitaron sino que se suspendieron. Ni al estéril consuelo del «te lo dije» podremos agarrarnos por ser de mal tono. Unas veces la inconstitucionalidad indubitada no sirve para nada porque el mal ya está hecho, y otras veces tampoco porque los socialistas encuentran maneras de devolverle vigencia a lo derogado, como anunciaron sin disimulo con el Estatut. Es más, dada la impunidad de la que el sanchismo se ha dotado, ahora promueven otro Estatut para poder celebrar algún referéndum. Y aunque los separatistas han respondido que ese segundo premio al golpe no les satisface, tengo para mí que a la hora de la verdad lo comprarán. Todo depende de la habilidad que el PSC despliegue en el truco, previsto aquí hace unos días: en el referéndum legal se aprobará la posibilidad de un referéndum ilegal. Para cuando llegue el momento de la verdad, cuenta el sanchismo con haber colonizado completamente las instituciones. El Tribunal Constitucional de sus sueños no se atreverá a frustrar la gran estafa porque no quedará ningún Manuel Aragón. En la distopía que se prepara, resultará inconcebible que un magistrado puesto por la izquierda se permita discrepar de la noción disolvente de España. En cuanto al primer premio a los golpistas, los indultos, con la fiscalía en manos de una exministra de Sánchez es impensable que el recurso llegue por tal vía. Por eso ahora mismo todo el asunto se reduce a lo que el Tribunal Supremo haga con Vox. Habiendo sido parte en el juicio del procés, ¿no debería el partido de Abascal considerarse parte interesada y, por ende, aceptarse su recurso? Si así fuera, a ver cómo se desdice el alto tribunal de todo aquello que por unanimidad dejó negro sobre blanco en su preceptivo informe: que no aprecia razones de justicia, equidad y utilidad pública que justifiquen los indultos; que «no hay la más mínima prueba o el más débil indicio de arrepentimiento»; que lo argüido es contrario al sentido del indulto al dibujar «una responsabilidad penal colectiva» y pretender «que el Gobierno corrija la sentencia dictada» por el TS; que, en conclusión, la concesión es «una solución inaceptable para la anticipada extinción de la responsabilidad penal». A ver, a ver. Para no verlo, círculos jurídicos del sanchismo, de los apaciguadores y de los bienquedas andan difundiendo la teoría de que Vox no es parte interesada. No aceptando su recurso se libra el Supremo del sofocón de incurrir en flagrante contradicción… siempre y cuando aceptemos la premisa de que el poder Judicial se doblegará necesariamente. ¿Y si no es así? Dejadme la esperanza, que diría Miguel Hernández. Luego está la fuerza de la costumbre, que en la política española se adquiere a velocidad de vértigo. Hace tres semanas todavía escandalizaba al ciudadano de a pie, y aun al ciudadano en patinete, que quienes van anunciando su voluntad de reincidir pudieran beneficiarse de medidas de gracia. Bastó que el sanchismo mediático le aplicara la fórmula alquímica adecuada al torticero artículo del beato Junqueras para borrar de un plumazo la sensación de injusticia. Fíjate, en realidad se ha arrepentido, tampoco hay que pedirle que se humille, pero se lee entre líneas, hay que aprovechar esta ocasión para reconciliar a la sociedad catalana, etcétera. Todas esas chorradas que cualquier constitucionalista catalán -y por supuesto aquí no está incluido el PSC- reconoce a la legua como la enésima traición de las élites capitalinas. Es un segmento de ciudadanía tan hastiado y desengañado que ni siquiera se toma la molestia de levantarse del sofá para depositar su voto en las urnas autonómicas. La Cataluña constitucionalista es lo más parecido a la mujer maltratada que, después de haber pedido ayuda y de pensar que la ha obtenido, comprueba cómo aquellos que creía sus amigos, cómo sus vecinos, cómo los policías a los que recurrió, dejan de hacerle caso, la toman por una desequilibrada y, como guinda al infecto pastel, la acusan de buscar solo revancha. Intenta crear buen ambiente en casa, mujer. Hay un viejo ‘spot’ televisivo de Soberano en el que una esposa visita a una bruja: «Necesito ayuda. Se trata de mi marido. Cada vez tiene peor carácter y nuestra casa está empezando a ser un verdadero infierno». Mientras la pobre mujer sigue con su relato, la bruja ve la escena doméstica en una bola de cristal. «Está siempre irritado. Tiene accesos de terrible cólera». El marido arroja un plato al suelo durante la cena. Ella llora y él le da una bofetada. Luego coge la gabardina y el sombrero, y se larga. «Nunca me besa cuando sale de casa». Interviene la bruja: «¿Has pensado que tu marido trabaja muchas horas diarias y tiene derecho, cuando llega a su hogar, a encontrar un agradable recibimiento? Procura que nunca le falte su copita de coñac. Verás como no falla». Esa esposa son los constitucionalistas catalanes. Ese marido es el ‘establishment’ catalán. Esa bruja son los apaciguadores, mezcolanza de empresarios estúpidos, analistas a la violeta y hasta unos cuantos obispos. _________ Link artículo original _________ VERSIÓ EN CATALÀ La Catalunya constitucionalista és el més semblant a la dona maltractada que, després d'haver demanat ajuda i de pensar que l'ha obtingut, comprova com els seus veïns, com els policies als quals va recórrer, deixen de fer-li cas, i l'acusen de buscar revenja. Intenta crear bon ambient a casa, dona Si la tesi del magistrat ponent del Tribunal Constitucional prospera, en la pròxima pandèmia mundial ja sabrà el Govern que l'estat d'alarma no és l'instrument adequat. És el que passa amb les sentències d'inconstitucionalitat, que deixen una magnífica jurisprudència de cara al futur. Clar que la pròxima pandèmia mundial podria agafar-nos amb una altra Constitució, o amb cap, o sense Espanya. Ja em diran vostès de què ha de servir que l'intèrpret màxim de nostra Superley ens doni o ens llevi la raó als qui advertim que certs drets fonamentals no es van limitar sinó que es van suspendre. Ni a l'estèril consol del «t'ho vaig dir» podrem agarrar-nos per ser de mal to. Unes vegades la inconstitucionalitat indubtable no serveix per a res perquè el mal ja està fet, i altres vegades tampoc perquè els socialistes troben maneres de retornar-li vigència al derogat, com van anunciar sense dissimulació amb l'Estatut. És més, donada la impunitat de la qual el sanchismo s'ha dotat, ara promouen un altre Estatut per a poder celebrar algun referèndum. I encara que els separatistes han respost que aquest segon premi al cop no els satisfà, tinc per a mi que a l'hora de la veritat el compraran. Tot depèn de l'habilitat que el PSC desplegui en el truc, previst aquí fa uns dies: en el referèndum legal s'aprovarà la possibilitat d'un referèndum il·legal. Per a quan arribi el moment de la veritat, compte el sanchismo amb haver colonitzat completament les institucions. El Tribunal Constitucional dels seus somnis no s'atrevirà a frustrar la gran estafa perquè no quedarà cap Manuel Aragó. En la distopia que es prepara, resultarà inconcebible que un magistrat posat per l'esquerra es permeti discrepar de la noció dissolvent d'Espanya. Quant al primer premi als colpistes, els indults, amb la fiscalia en mans d'una exministra de Sánchez és impensable que el recurs arribi per tal via. Per això ara mateix tot l'assumpte es redueix al que el Tribunal Suprem faci amb Vox. Havent estat part en el judici del procés, no deuria el partit d'Abascal considerar-se part interessada i, per tant, acceptar-se el seu recurs? Si fos així, a veure com es desdiu l'alt tribunal de tot allò que per unanimitat va deixar negre sobre blanc en el seu preceptiu informe: que no aprecia raons de justícia, equitat i utilitat pública que justifiquin els indults; que «no hi ha la més mínima prova o el més feble indici de penediment»; que l'arguït és contrari al sentit de l'indult en dibuixar «una responsabilitat penal col·lectiva» i pretendre «que el Govern corregeixi la sentència dictada» pel TS; que, en conclusió, la concessió és «una solució inacceptable per a l'anticipada extinció de la responsabilitat penal». A veure, a veure. Per a no veure-ho, cercles jurídics del sanchismo, dels apaivagadors i dels bienquedas caminen difonent la teoria que Vox no és part interessada. No acceptant el seu recurs es lliura el Suprem del fogot d'incórrer en flagrant contradicció… sempre que acceptem la premissa que el poder Judicial es doblegarà necessàriament. I si no és així? Deixeu-me l'esperança, que diria Miguel Hernández. Després està la força del costum, que en la política espanyola s'adquireix a velocitat de vertigen. Fa tres setmanes encara escandalitzava al ciutadà del carrer, i fins i tot al ciutadà en patinet, que els qui van anunciant la seva voluntat de reincidir poguessin beneficiar-se de mesures de gràcia. Va bastar que el sanchismo mediàtic li apliqués la fórmula alquímica adequada a l'injust article del beat Junqueras per a esborrar d'un cop de ploma la sensació d'injustícia. Fixa't, en realitat s'ha penedit, tampoc cal demanar-li que s'humiliï, però es llegeix entre línies, cal aprofitar aquesta ocasió per a reconciliar a la societat catalana, etcètera. Totes aquestes chorradas que qualsevol constitucionalista català -i per descomptat aquí no està inclòs el PSC- reconeix d'una hora lluny com l'enèsima traïció de les elits de la capital. És un segment de ciutadania tan enfastidit i desenganyat que ni tan sols es pren la molèstia d'aixecar-se del sofà per a dipositar el seu vot en les urnes autonòmiques. La Catalunya constitucionalista és el més semblant a la dona maltractada que, després d'haver demanat ajuda i de pensar que l'ha obtingut, comprova com aquells que creia els seus amics, com els seus veïns, com els policies als quals va recórrer, deixen de fer-li cas, la prenen per una desequilibrada i, com a guinda a l'infecto pastís, l'acusen de buscar només revenja. Intenta crear bon ambient a casa, dona. Hi ha un vell ‘espot’ televisiu de Sobirà en el qual una esposa visita a una bruixa: «Necessito ajuda. Es tracta del meu marit. Cada vegada té pitjor caràcter i la nostra casa està començant a ser un veritable infern». Mentre la pobra dona segueix amb el seu relat, la bruixa veu l'escena domèstica en una bola de cristall. «Està sempre irritat. Té accessos de terrible còlera». El marit llança un plat al sòl durant el sopar. Ella plora i ell li dóna una bufetada. Després agafa la gavardina i el barret, i es deixa anar. «Mai em besa quan sali de casa». Intervé la bruixa: «Has pensat que el teu marit treballa moltes hores diàries i té dret, quan arriba a la seva llar, a trobar una agradable rebuda? Procura que mai li falti el seu copita de conyac. Veuràs com no falla». Aquesta esposa són els constitucionalistes catalans. Aquest marit és el ‘establishment’ català. Aquesta bruixa són els apaivagadors, mescladissa d'empresaris estúpids, analistes a la violeta i fins a uns quants bisbes.
Por Ramón de España - Crónica Global 17 jun, 2021
Estaba yo almorzando hace unos días con una amiga cineasta cuando se nos ocurrió la brillante idea de rodar un documental sobre la vida cotidiana de Carles Puigdemont en Waterloo. La cosa, que se movería entre la chufla y la injuria, sería, para entendernos, una mezcla de Muchachada Nui, los mockumentaries de Christopher Guest y la película que rodó años atrás Barbet Schroeder sobre Idi Amin Dada. Lamentablemente, nunca pasaríamos el primer control, dado que ambos nos hemos distinguido por nuestra desafección al régimen y jamás lograríamos traspasar la puerta de la casa de la república que no existe, idiota. En su momento, el bueno de Barbet consiguió enredar al descacharrante tiranuelo africano diciéndole que el documental sería a su mayor gloria, y éste, que no debía conocerlo de nada, le creyó y se prestó a lo que hiciera falta. Hacia el final del rodaje, eso sí, las cosas se torcieron, el zoquete de Idi Amin se dio cuenta de que aquellos blancos se lo estaban rifando y director y equipo tuvieron que salir por patas de Uganda antes de que el sátrapa del que se estaban pitorreando los mandara fusilar y se los comiera (no necesariamente en ese orden). A mi amiga y a mí nos verían venir desde el principio, por lo que la idea, que me sigue pareciendo válida, la dejo aquí por si alguien quiere hacerla suya. Hará falta, eso sí, alguien desconocido por los procesistas que sea capaz de infiltrarse en ese inframundo, montar un crowdfunding a lo Isona Passola para esquilmar a los indepes a los que les sobre un poco de dinerillo, convencer a Puchi de la importancia del proyecto para la causa y rodar su absurda y aburrida existencia. Es indudable que Idi Amin daba más juego que Puigdemont, pues era un hombre con cierta tendencia al espectáculo, mientras que el fugitivo del maletero es un muermo. Y tampoco se puede decir que el chaquetero Comín y el folklórico Puig i Gordi resulten especialmente divertidos. Aún y así, yo le veo posibilidades cómicas a la propuesta: un exiliado de chichinabo que no tiene nada que hacer en todo el día y que a veces habla en un Parlamento europeo vacío, unos secuaces que no dan un palo al agua, la posible aparición de un autobús con jubilados de Manlleu venidos a hacerse fotos con el supuesto presidente supuestamente legítimo de la Generalitat en el supuesto exilio, unos vecinos que lo detestan…Hay material, amigos, hay material. Una alternativa al documental --a la que tampoco tendríamos acceso mi amiga y yo-- podría ser una comedia de situación, ambientada en la casa de la república, cuyo lugar natural de emisión sería TV3. Se podrían encargar de la producción El Terrat o Minoria Absoluta, recurriendo a los actores del Polònia, pero también lo veo complicado: en El Terrat no querrían meterse en líos (no olvidemos que forman parte de Mediapro, donde manda el millonario trotskista y filoindepe Jaume Roures), y en Minoria Absoluta, su jefazo, Toni Soler, es un cebolludo de nivel cinco y se echaría las manos a la cabeza ante la perspectiva de una serie dedicada a reírse de los falsos exiliados en Bélgica. Por no hablar de que TV3 rechazaría una propuesta semejante ipso facto. Como ustedes ya habrán adivinado, la idea subyacente a este documental y esta sitcom imposibles es que Puigdemont pague por la vía audiovisual todo el daño que le ha hecho a esa sociedad catalana a la que tanto dice amar. Solo es, lo sé, una idea irrealizable, pero a mi amiga y a mí nos hizo reír bastante durante todo el primer plato. Y tal como está el patio, no se puede pedir mucho más, ¿verdad? _________ Link artículo original _________ VERSIÓ EN CATALÀ Estava jo esmorzant fa uns dies amb una amiga cineasta quan se'ns va ocórrer la brillant idea de rodar un documental sobre la vida quotidiana de Carles Puigdemont en Waterloo. La cosa, que es mouria entre la chufla i la injúria, seria, per a entendre'ns, una mescla de Muchachada Nui, els mockumentaries de Christopher Guest i la pel·lícula que va rodar anys enrere Barbet Schroeder sobre Idi Amin Donada. Lamentablement, mai passaríem el primer control, atès que tots dos ens hem distingit per la nostra desafecció al règim i mai aconseguiríem traspassar la porta de la casa de la república que no existeix, idiota. En el seu moment, el bo de Barbet va aconseguir embullar al descacharrante tiranuelo africà dient-li que el documental seria a la seva major glòria, i aquest, que no havia de conèixer-lo de res, li va creure i es va prestar al que fes falta. Cap al final del rodatge, això sí, les coses es van torçar, el talòs de Idi Amin es va adonar que aquells blancs li ho estaven rifando i director i equip van haver de sortir per potes d'Uganda abans que el sàtrapa del qual s'estaven rient els manés afusellar i se'ls mengés (no necessàriament en aquest ordre). A la meva amiga i a mi ens veurien venir des del principi, per la qual cosa la idea, que em continua semblant vàlida, la deixo aquí per si algú vol fer-la seva. Farà falta, això sí, algú desconegut pels procesistas que sigui capaç d'infiltrar-se en aquest inframón, muntar un micromecenatge a l'Isona Passola per a exhaurir als indepes als quals els sobre una mica de dinerillo, convèncer a Puchi de la importància del projecte per a la causa i rodar la seva absurda i avorrida existència. És indubtable que Idi Amin donava més joc que Puigdemont, perquè era un home amb certa tendència a l'espectacle, mentre que el fugitiu del maleter és una nyonya. I tampoc es pot dir que el chaquetero Comín i el folklòric Puig i Gordi resultin especialment divertits. Encara i així, jo li veig possibilitats còmiques a la proposta: un exiliat de pa sucat amb oli que no té res a fer en tot el dia i que a vegades parla en un Parlament europeu buit, uns sequaços que no donen un pal a l'aigua, la possible aparició d'un autobús amb jubilats de Manlleu vinguts a fer-se fotos amb el suposat president suposadament legítim de la Generalitat en el suposat exili, uns veïns que ho detesten…Hi ha material, amics, hi ha material. Una alternativa al documental --a la qual tampoc tindríem accés la meva amiga i jo-- podria ser una comèdia de situació, ambientada a la casa de la república, el lloc natural de la qual d'emissió seria TV3. Es podrien encarregar de la producció El Terrat o Minoria Absoluta, recorrent als actors del Polònia, però també ho veig complicat: en El Terrat no voldrien ficar-se en embolics (no oblidem que formen part de Mediapro, on mana el milionari trotskista i filoindepe Jaume Roures), i en Minoria Absoluta, el seu capitost, Toni Soler, és un cebolludo de nivell cinc i es tiraria les mans al capdavant davant la perspectiva d'una sèrie dedicada a riure's dels falsos exiliats a Bèlgica. Per no parlar que TV3 rebutjaria una proposta semblant ipso facto. Com vostès ja hauran endevinat, la idea subjacent a aquest documental i aquesta sitcom impossibles és que Puigdemont pagui per la via audiovisual tot el mal que li ha fet a aquesta societat catalana a la qual tant diu estimar. Només és, ho sé, una idea irrealitzable, però a la meva amiga i a mi ens va fer riure bastant durant tot el primer plat. I tal com està el pati, no es pot demanar molt més, veritat?
Más entradas
Share by: